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domingo, 6 de marzo de 2016

¡Qué sudores!

El pasado Jueves hice algo por primera vez, y eso después de cuarenta y tantos años es siempre algo interesante J
El año pasado inicie mi viaje para mejorar mis habilidades comunicativas y de liderazgo, viaje, en el cuál me embarque el año pasado gracias Toastmasters.
Y el pasado Jueves, por primera vez, realicé el rol de Toastmasters del día.

Y mientras realicé mi rol me di cuenta de lo siguiente. Lo primero que me di cuenta es, que sigo sudando J cuando acabo una sesión en la que hablo en público mi camiseta siempre acaba en la lavadora J Quizás algún día controle mejor mis nervios, pero a día de hoy, cada vez que subo a nuestro escenario en nuestro Toastmaster club empiezo a notar como me suben los calores J Mis compañeros me comentan que cuando ellos me observan durante mis intervenciones no aprecian que esté nervioso, ¡eso está bien!, pero internamente siento que todavía no estoy cómodo en estas circunstancias, pero bueno, ¡estamos en ello!

Lo segundo que aprendí mientras realice mi rol de Toastmasters del día, es la cantidad de aplicaciones practicas que tiene en mi día a día.
El rol de Toastmaster del día es ser el maestro de ceremonias del evento, eres como un anfitrión que invita a amigos a cenar a casa y se tiene que asegurar que la cena está lista con los ingredientes correctos, que el tiempo de cocinado es el adecuado, que el vino es el correcto, que la lista de música que has escogido en Spotify  mezcla bien con los diferentes momentos de la cena, que tus invitados se sienten cómodos y que cierras …¡ con un gran postre!

Como Toastmasters del día aprendí de la importancia de mantener un tono entusiasta durante toda la reunión, aprendí la importancia de hacer que los invitados que se acercaban por primera vez a nuestro club se sientan cómodos, aprendí de la importancia de presentar bien los temas, y a los distintos miembros del equipo, aprendí a manejar bien el tiempo, a manejar bien la agenda para que no haya retraso, y también aprendo a ¡sonreir!, es increíble lo que me cuesta sacar mi sonrisa cuando hablo en público, parezco un ¡Terminator! Pero poco a poco sonrío más y más … y me he dado cuenta de que cuando sonríes, la gente tiene una mayor tendencia a empalizar contigo, es como un espejo.

Ser Toastmaster del día es como ser el organizador de una reunión de trabajo, he asistido a muchas reuniones durante mi carrera profesional en la que ni se mantiene un tono positivo, ni se introducen bien los temas, ni los roles de los asistentes, y por supuesto he asistido a muchas reuniones que empiezan tarde y terminan aún más tarde. Por eso me gusta tanto Toastmasters, es el mejor sitio para hacer errores, y para sudar, para que luego, cuando estoy en el trabajo sude menos haciendo las distintas tareas que se esperan de mí.


A continuación os dejo el enlace que explica en detalle las funciones de este rol, porque eso es algo que también he aprendido, la importancia de practicar, y practicar y practicar en la fase de preparación. 
Seguiremos informando como va mi guerra con los nervios de hablar en publico J

Productivity

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