Twitter

domingo, 14 de febrero de 2016

¡No tengo tiempo para nada!

No tengo tiempo para ir al gimnasio, no tengo tiempo para pasar más tiempo con mi familia, no tengo tiempo para perseguir mis pasiones, mis hobbies …. ¡No tengo tiempo para nada!, no tengo tiempo para ser productivo y eso me genera frustración y tristeza.
Y todo eso, me llevó a hacer cambios en mi vida, en mi manera de trabajar y de entender la vida. Creo que toque fondo hace 5 años, vivía para trabajar, pero trabajar mal organizado, y me quedaba muy poco tiempo para el resto de actividades. Así que, mientras me recuperaba de una operación de una hernia aproveché esos meses de parón para ordenar mi cabeza y mis prioridades. Y cambié ciertos hábitos que poco a poco me han ayudado a ser más productivo.

Me di cuenta que tenía 3 grandes áreas que tenía que cambiar.


1.         Decir SI a todo no me estaba llevando a ningún lugar. Tenía que aprender a decir que NO, pero lo más importante, aprender a decir que NO sin cerrarme puertas. ¿Pero como se hace esto?
a.         Pongamos en la situación más difícil de decir NO. Tu manager ☺ te pide algo y de verdad no tienes tiempo para hacerlo. No es fácil decir NO a tu jefe, hay miedos a represalias, es normal sentir un hormigueo en el estómago antes de decir NO. Pero si dices NO porque realmente estás ocupado no hay nada malo en expresar esa negativa. Así que una solución es hablar con tu manager y comentarle los distintos proyectos en los que estás trabajando y pedir que te ayude a priorizar tu lista de tareas. Desde mi punto de vista cuando tengo más de 2-3 prioridades, no trabajo efectivamente. Si tengo 3 prioridades, mi trabajo tiene sentido, si tengo 10 prioridades algo falla, no tengo prioridades tengo un caos de vida ☺. Me llevó un tiempo entender esto, y gracias a la ley de Vilfredo Pareto poco a poco lo entendí (80% de tus resultados viene del 20% de tus tareas). Así que no se trata de decir NO, porqué no a tu jefe, se trata de entender y hacer entender a todo el mundo que hay tareas urgentes y tareas importantes, y como dijo el famoso escritor de libros de management empresarial Patrick Lencioni “Si todo es importante, entonces nada es importante”. Así que antes de decir NO, prueba a reorganizar las prioridades. ¡Te sorprenderán los resultados que se puede conseguir!

2.         ¡No puedo estar respondiendo emails todo el día!  O trabajo, o respondo emails. Es increíble la cantidad de correos electrónicos que generamos y recibimos cada día. Desde mi punto de mi vista a menudo confundimos la verdadera utilidad del correo electrónico. Es útil cuando tenemos que comunicar algo a personas que estén lejanas en diferentes husos horarios, es útil cuando estamos trabajando en propuesta y necesitamos feedback, pero, ¿de verdad que enviar un correo electrónico pidiendo algo “urgente” a alguien que está en tu misma planta o edificio es la manera más efectiva de trabajar? He tenido casos de compañeros de trabajo sentados literalmente a mi lado y me han enviado un correo electrónico pidiéndome algo, ¿de verdad? Estás a 2 metros de mí y me mandas un email?, ¡¡ es algo que no entiendo!! Uno de las medidas que tomé para ser productivo es dejar de contestar correos a todas horas. O trabajo o contesto emails, pero contestar emails no es trabajar. Me llevó tiempo entender eso, pero al final comprendí que no me contrataron en las distintas empresas en las que he trabajado para responder emails ☺ sino para algo más. Así que empecé a preguntarme más y más lo que el gran Peter Drucker explica en su libro “The Effective Executive” La razón por la que mi empresa creó mi puesto de trabajo es …. Y así descubrí que el email no es tan importante, es una herramienta para alcanzar objetivos, objetivos más importantes, responder emails no es el objetivo en sí mismo. Así que desde que entendí eso, desactivé en mi gestor de correos la notificación de emails automática, y respondo correo 3 veces al día, cuando empiezo a trabajar, antes de comer y al irme a casa. El resto de mi tiempo es produciendo trabajo, no respondiendo correos. Y si algo es urgente y no puede esperar mi turno de lectura/respuesta de email …. ¡Llamadme por teléfono!, hubo un tiempo en el que los teléfonos se utilizaban para llamar y hablar con las persona ☺
3.         Otro hábito que me ha ayudado a ser más productivo es la técnica podomoro es tan sencilla como difícil de ejecutar. Se basa en centrarte durante 25 minutos en hacer una tarea, trabajar en esa tarea y sólo pensar en esa tarea. Durante esos 25 minutos no pueden haber distracciones, es cierto que si trabajamos en una oficina nos pueden interrumpir fácilmente, como evitar eso lo dejaremos para otra entrada del blog ☺  Haced la prueba, intentad trabajar a tope 25 minutos en algo, y si os despistáis por la razón que sea hay que resetear el ciclo y volver a empezar 25 minutos …. Lleva un tiempo aprender a estar realmente concentrado en este mundo  hiperconectado que vivimos, pero cuando se aprende, nos volvemos mucho más productivos. Dadle una oportunidad a la técnica podomoro, yo tengo esta aplicación Podomoro Keeper en el teléfono y me ayuda realmente a estar centrado en lo que realmente tengo que hacer en cada momento

Desde que he interiorizado estos 3 puntos en mi estilo de vida, he conseguido un balance que antes no tenía, he conseguido ser más productivo y hasta he encontrado tiempo para ir al gimnasio o descubrir nuevas aficiones como apuntarme a Toastmasters


Dadle una oportunidad al “podomoro”, al decir NO (cuando de verdad toque) y a contestar correos en bloques de tiempo. ¡Os sorprenderán los resultados que se pueden conseguir!

Productivity

Productivity