No tengo tiempo para ir al gimnasio, no tengo tiempo para
pasar más tiempo con mi familia, no tengo tiempo para perseguir mis pasiones,
mis hobbies …. ¡No tengo tiempo para nada!, no tengo tiempo para ser productivo
y eso me genera frustración y tristeza.
Y todo eso, me llevó a hacer cambios en mi vida, en mi
manera de trabajar y de entender la vida. Creo que toque fondo hace 5 años,
vivía para trabajar, pero trabajar mal organizado, y me quedaba muy poco tiempo
para el resto de actividades. Así que, mientras me recuperaba de una operación
de una hernia aproveché esos meses de parón para ordenar mi cabeza y mis
prioridades. Y cambié ciertos hábitos que poco a poco me han ayudado a ser más
productivo.
Me di cuenta que tenía 3 grandes áreas que tenía que cambiar.
1. Decir SI a
todo no me estaba llevando a ningún lugar. Tenía que aprender a decir que NO,
pero lo más importante, aprender a decir que NO sin cerrarme puertas. ¿Pero
como se hace esto?
a. Pongamos en
la situación más difícil de decir NO. Tu manager ☺
te pide algo y de verdad no tienes tiempo para hacerlo. No es fácil decir NO a
tu jefe, hay miedos a represalias, es normal sentir un hormigueo en el estómago
antes de decir NO. Pero si dices NO porque realmente estás ocupado no hay nada
malo en expresar esa negativa. Así que una solución es hablar con tu manager y
comentarle los distintos proyectos en los que estás trabajando y pedir que te
ayude a priorizar tu lista de tareas. Desde mi punto de vista cuando tengo más
de 2-3 prioridades, no trabajo efectivamente. Si tengo 3 prioridades, mi
trabajo tiene sentido, si tengo 10 prioridades algo falla, no tengo prioridades
tengo un caos de vida ☺. Me
llevó un tiempo entender esto, y gracias a la ley de Vilfredo Pareto poco a
poco lo entendí (80% de tus resultados viene del 20% de tus tareas). Así que no
se trata de decir NO, porqué no a tu jefe, se trata de entender y hacer
entender a todo el mundo que hay tareas urgentes y tareas importantes, y como
dijo el famoso escritor de libros de management empresarial Patrick Lencioni
“Si todo es importante, entonces nada es importante”. Así que antes de decir
NO, prueba a reorganizar las prioridades. ¡Te sorprenderán los resultados que
se puede conseguir!
2. ¡No puedo
estar respondiendo emails todo el día! O
trabajo, o respondo emails. Es increíble la cantidad de correos electrónicos
que generamos y recibimos cada día. Desde mi punto de mi vista a menudo
confundimos la verdadera utilidad del correo electrónico. Es útil cuando
tenemos que comunicar algo a personas que estén lejanas en diferentes husos
horarios, es útil cuando estamos trabajando en propuesta y necesitamos
feedback, pero, ¿de verdad que enviar un correo electrónico pidiendo algo
“urgente” a alguien que está en tu misma planta o edificio es la manera más efectiva
de trabajar? He tenido casos de compañeros de trabajo sentados literalmente a
mi lado y me han enviado un correo electrónico pidiéndome algo, ¿de verdad?
Estás a 2 metros de mí y me mandas un email?, ¡¡ es algo que no entiendo!! Uno
de las medidas que tomé para ser productivo es dejar de contestar correos a
todas horas. O trabajo o contesto emails, pero contestar emails no es trabajar.
Me llevó tiempo entender eso, pero al final comprendí que no me contrataron en
las distintas empresas en las que he trabajado para responder emails ☺ sino para algo más. Así que
empecé a preguntarme más y más lo que el gran Peter Drucker explica en su libro
“The Effective Executive” La razón por la que mi empresa creó mi puesto de
trabajo es …. Y así descubrí que el email no es tan importante, es una
herramienta para alcanzar objetivos, objetivos más importantes, responder
emails no es el objetivo en sí mismo. Así que desde que entendí eso, desactivé
en mi gestor de correos la notificación de emails automática, y respondo correo
3 veces al día, cuando empiezo a trabajar, antes de comer y al irme a casa. El
resto de mi tiempo es produciendo trabajo, no respondiendo correos. Y si algo
es urgente y no puede esperar mi turno de lectura/respuesta de email ….
¡Llamadme por teléfono!, hubo un tiempo en el que los teléfonos se utilizaban
para llamar y hablar con las persona ☺
3. Otro hábito
que me ha ayudado a ser más productivo es la técnica podomoro es tan sencilla
como difícil de ejecutar. Se basa en centrarte durante 25 minutos en hacer una
tarea, trabajar en esa tarea y sólo pensar en esa tarea. Durante esos 25
minutos no pueden haber distracciones, es cierto que si trabajamos en una
oficina nos pueden interrumpir fácilmente, como evitar eso lo dejaremos para
otra entrada del blog ☺ Haced la prueba, intentad trabajar a tope 25
minutos en algo, y si os despistáis por la razón que sea hay que resetear el
ciclo y volver a empezar 25 minutos …. Lleva un tiempo aprender a estar
realmente concentrado en este mundo
hiperconectado que vivimos, pero cuando se aprende, nos volvemos mucho
más productivos. Dadle una oportunidad a la técnica podomoro, yo tengo esta
aplicación Podomoro Keeper en el teléfono y me ayuda realmente a estar centrado
en lo que realmente tengo que hacer en cada momento
Desde que he interiorizado estos 3 puntos en mi estilo de
vida, he conseguido un balance que antes no tenía, he conseguido ser más
productivo y hasta he encontrado tiempo para ir al gimnasio o descubrir nuevas
aficiones como apuntarme a Toastmasters
Dadle una oportunidad al “podomoro”, al decir NO (cuando de
verdad toque) y a contestar correos en bloques de tiempo. ¡Os sorprenderán los
resultados que se pueden conseguir!